Tras la huella de antiguos pobladores

Información

Dificultad
Baja
Distancia
4.20 km
Desnivel
63 m
Duración
1 h

Adéntrate en el pasado más remoto de estos parajes prioratinos, cuando a orillas del gran Siurana vivían recogidos en la cima de una colina los que fueron probablemente los primeros mineros de la comarca, hace unos tres mil años. Un grupo de hombres y mujeres que se establecieron de manera inteligente en un cruce de caminos que comunican el Priorat con la franja ribereña del Ebro, a través del río Siurana, y también con las tierras de poniente, a través de su tributario, el río Montsant. Hombres que vivieron en los últimos tiempos de la prehistoria pero que entraron en contacto con otras culturas que ya conocían la escritura y que, seguramente, participaron de un nuevo ritual funerario: la incineración de los muertos.

El yacimiento del Puig Roig (“Colina roja”) fue descubierto de manera casual cuando un vecino que recogía setas encontró una urna. A partir de los años 70 del siglo pasado empezaron las prospecciones y posteriores excavaciones del poblado, las cuales han permitido que hoy día podamos contemplar, de manera excepcional, la planta casi entera de uno de los asentamientos más primitivos de Cataluña.

Te proponemos un paseo muy sencillo para descubrir este fantástico paraje; una excursión ideal para hacer con niños, que puede alargarse si se sale desde el Masroig por la pista asfaltada que lleva a la ermita de Les Pinyeres y al río Siurana. En este caso, el recorrido es de 9 km ida y vuelta.

Si vamos a pie desde El Masroig, dejaremos el coche junto a la bodega Celler el Masroig y bajaremos la calle Pinyeres dirección al barranco de la Vila. Cruzaremos el barranco e iremos siguiendo el camino hasta la ermita.  Aconsejamos hacer una parada y visitar su entorno, un magnífico mirador sobre el río Siurana desde donde podremos contemplar algunos pueblos del Priorat, con la Sierra de Montsant como telón de fondo. Unos trescientos metros más abajo abandonaremos la pista para coger el camino carretero que sale a mano derecha, señalizado como Sender del Puig Roig.

Si por contra queremos ir en coche, tomaremos la pista asfaltada que conduce a la ermita y que sale cerca del cementerio y la seguiremos hasta llegar al santuario, donde dejaremos el coche para continuar andando o bien proseguiremos hasta encontrar el camino del Puig Roig.

El camino se adentra en el bosque y transcurre paralelo a la Sierra de la Cova Santa (“Cueva Santa”), donde se dice que un pastor encontró escondida la primitiva imagen de la Virgen de les Pinyeres, hoy día desaparecida, tras el  abandono del antiguo pueblo de les Pinyeres. Justo empezar la ruta ya se aprecia la arcilla roja y las piedras de gres rojo, abundantes en este paraje, que han dado nombre al lugar. Pronto se divisa delante nuestro la colina del Puig Roig, flanqueada a la izquierda por la Sierra de la Figuera y a la derecha por los riscos de Montsant. A bajo podemos contemplar las fértiles viñas de las orillas del Siurana. Continuamos recto y más adelante atravesamos unas terrazas de viña y olivos. El camino gira a la izquierda por debajo de un muro de piedra seca y penetra de nuevo en el bosque. A mano derecha, vamos encontrando tramos de muros de piedra seca que evidencian el pasado agrario de estas tierras ahora cubiertas de pinos y maleza. Se continúa siempre por el mismo camino, dejando a mano derecha el sendero que lleva a Bellmunt, y se llega a un bancal de olivos. Bordeando el campo por la derecha se va hasta la otra punta. Allí encontraremos una señal que nos indica el camino a seguir, el cual vuelve a entrar en el bosque. Tras dejar atrás una barraca derrumbada se llega al pie de la colina del Puig Roig, donde unas grandes rocas de gres rojo protegen la entrada al poblado.

A través de unos plafones explicativos y de un itinerario marcado con cuerdas, se puede conocer el medio, las construcciones y los habitantes de este poblado que se vieron obligados a abandonarlo a causa de un gran incendio.